Los primeros cristianos ¿Crearon su propio Edén?
“Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” - Hechos 2:43-47
Siempre llamó mi atención esta primera comunidad intencional cristiana. El texto “y tenían en común todas las cosas” ha sido tema de debate entre quienes piensan que la primera comunidad cristiana fue una especie de organización comunista y por el otro lado se encuentran los que creen que fue simplemente una sociedad en la que se apoyaban unos a otros al principio, para así salir todos adelante, y que posteriormente cada uno, según sus capacidades, se dedicaron a sus oficios en total libertad, sin el yugo del Estado romano, como en un proceso de transición hacia un esquema de economía natural o lo que hoy conocemos como capitalismo liberal.
Lo que más me intrigaba, era el hecho de que esa comunidad no se conformó sólo de gente pobre, sino también de familias adineradas que pusieron al servicio de dicha comunidad toda su riqueza, la cual fue repartida a todas las familias, según sus necesidades, como se afirma en Hechos capítulo 2.
La primera pregunta que me saltó, al leer este capítulo del libro de Hechos, fue ¿Lo anterior fue un acto de altruismo o un acto premeditado de egoísmo?
Me explico, más allá de la promesa cristiana de vida eterna, existían promesas bíblicas aún incumplidas, como el de crear una gran nación a partir de una sociedad con valores e imperio de la ley y de la justicia. Los judíos de la época, como se relata en los evangelios, habían perdido todo valor, se habían alejado de sus principios, hacían concesiones con mercaderes dentro del templo (mercantilismo), interpretaban la ley a su conveniencia (apedreaban a mujeres), cobraban altos impuestos (leer la historia de Zaqueo), y terminaron sometidos por el yugo romano, quienes de justicia tenían nada, pues hasta juzgaron a Jesús por la vía del voto popular. La nueva comunidad cristiana, sin revoluciones ni revueltas, sino que por la vía de la paz, invitaba a los ricos a realizar una gran devolución en favor de los más pobres que lo eran gracias a un Estado romano-judío que no les permitía generar su propia riqueza.
Así pues, había pobres que aceptaban el cristianismo, no sólo por la promesa de vida eterna, que ya es decir mucho, sino por la promesa de un mejor nivel de vida a partir del trabajo honesto, justo, y de vivir en una nueva sociedad con un sistema de Gobierno limitado, sin leyes que los sometan, ni impuestos que los ahoguen. Y los ricos se anexaban a dicha sociedad por lo mismo y para contar con la oportunidad de crear nueva riqueza de manera honesta, sin privilegios heredados o comprados.
La casta de ricos que se anexaban, y los nuevos ricos que crecían dentro de esta primera comunidad cristiana, tenían el compromiso de no amar a las riquezas o poner el dinero por sobre todas las cosas. El bautismo cristiano no se tomaba a la ligera, literalmente era tal cual está escrito, era la muerte de lo viejo y un nuevo nacimiento, una renuncia total y una aceptación a la nueva vida.
De tal manera que era sencillo identificar a quienes estaban dispuestos a trabajar por el nuevo reino, de los que no. Los pobres o ricos que no estuviesen dispuestos a trabajar, apoyar y a darle continuidad al nuevo reino, simplemente no eran aceptados o de haber logrado entrar, eran expulsados a la primera falta de confianza en el nuevo sistema.
Jesús ya había puesto el requisito para conformar la primera comunidad cristiana:
“Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.” - Lucas 14:16-20
Pero entonces ¿La primera comunidad cristiana era un tipo de comunismo primitivo o era de economía natural o capitalista?
Creo que la confusión radica precisamente en la acción de conformar una comunidad que se apoya. El capitalismo no es un sistema que impone algo, pues en principio, para que surja el capitalismo, es necesario que deje de existir la coerción o la obligación de. El altruismo puede ser, incluso, una forma de interés o de egoísmo racional, en donde los más ricos ayudan a los más pobres a salir de la pobreza, para que formen parte de la economía natural o capitalista, que posteriormente catapulte aún más a los que cuentan con el don de crear riqueza, es decir, los más ricos no dejarán de tener la capacidad de volver a generar riqueza, por medio del comercio y la producción de bienes y servicios. Lo que se hizo en la primera comunidad cristiana, fue una forma de migración o tránsito de un Estado totalitario (el romano-judío) hacia un Estado de Gobierno limitado, que ofreciera verdadera seguridad y justicia, e impuestos bajos.
El comunismo, a diferencia del capitalismo, es un sistema que restringe algunas actividades como el comercio, y para que las restricciones no sean violadas, se requieren leyes y un Gobierno que vigile el cumplimiento de dichas leyes. ¿Qué caso tendría salirse de un Estado totalitario romano-judío, para migrar hacia otro tipo de Estado totalitario de corte cristiano?
¿Qué dice la historia respecto de los primeros cristianos?
El crecimiento del cristianismo, el de los primeros tres siglos, tiene su base en las redes sociales conformadas en los hogares de los primeros cristianos. Se reunían tanto en el templo como en las casas para partir el pan (eucaristía) y compartían el conocimiento cristiano sobre un nuevo sistema de vida, tanto de vida social como de forma de Gobierno.
Pero también se crearon redes comerciales, de cristianos artesanos y comerciantes, que, junto con los apóstoles, discípulos y evangelistas, crearon una gran red de conexiones regionales a lo largo de toda la antigua Europa y Asia. El comercio formó parte del éxito del cristianismo, pues es una forma de demostrar que el cristianismo impacta positivamente en todos los ámbitos de la vida, con un comercio justo y honesto, es decir, con la economía natural o capitalista.
De aquí que todos deseaban negociar y comerciar con los cristianos, pues los cristianos cumplían con un mandato divino:
“No cometáis injusticia en los juicios, en medidas de tierra, ni en peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.” - Levítico 19:35-36
Y no sólo negociar o comerciar, sino que mucha gente de distintos pueblos o naciones buscaron adherirse a un sistema de Gobierno que no hacia juicios injustos, como ya lo hacían los romanos y los judíos, sino que hacían justicia y lo demostraban con hechos. La economía natural y un sistema de Gobierno limitado a los servicios de seguridad y de justicia, fue el éxito del cristianismo temprano.
La promesa de Jesús, la del reino de Dios en la tierra, se cumplió de inmediato, es decir, los primeros cristianos lograron retornar al Edén espiritual, y por espiritual me refiero a que no era un territorio físico, sino una idea que funciona si se hace tangible. Un vistazo a la idea del Edén en ¿En dónde está el Edén? Está en todas partes.
Sin embargo, todo tiene su costo, a la Roma de entonces no le era grato el cristianismo, no porque los cristianos estuvieran en sus iglesias dándose golpes de pecho, no, sino porque estaban cambiando el sistema político, social y económico. Es entonces que el Estado romano le declara la guerra al cristianismo, aunque con el tiempo el propio Estado romano ve algunas ventajas en la nueva religión, pero eso ya es otra historia: La historia, no de un cristianismo, sino de dos ramas, que después se transformaron en tres ramas cristianas, la romana occidental, la romana oriental y la rama anglosajona.
¿Será posible replicar el ejercicio de los primeros cristianos, tanto a nivel social, económico, como político?
Nota: los primeros cristianos no imponían su religión, incluso tal vez haya sido la primera religión multicultural del mundo, una que incluso convivía con otras religiones en total paz y armonía.
La fórmula cristiana de expansión está relatada en el libro de Hechos y hay mucha documentación histórica que habla sobre el cristianismo del primer siglo y de cómo lograron, sin la fuerza y sin revoluciones, cambiar la fisonomía del mundo antes conocido.
Sólo que nunca es tan sencillo, el Estado totalitario, aunque no al grado del Estado romano antiguo, sigue imponiéndose y marcando su agenda, ahora bajo otras corrientes filosóficas y políticas, pero tan destructoras como las de hace siglos.
Sin embargo, y como afirman algunos cristianos, siempre existe un remanente que le hará frente al Estado, este remanente político hoy en día es el Movimiento por las 5 Reformas, un movimiento político continental latinoamericano, que cuenta con presencia en México.
Un movimiento que tiene como base el Proyecto de la Gran Devolución y el Programa de las 5 Reformas, para transitar hacia el capitalismo liberal o economía natural. La respuesta es sí, se puede replicar lo que sucedió en el cristianismo temprano, lo sabemos porque en distintas épocas ha sido replicado, en Estados Unidos, Europa, Europa del Este, en Asia, etcétera. Ahora le toca a América Latina.
Si deseas conocer más acerca del Movimiento por las 5 Reformas, visita en México a LIBEREMOS MÉXICO y a nivel continental puedes visitar al Foro Liberal de América Latina.